El subjuntivo no es tan horrible como muchos estudiantes creen. En realidad, en la gran mayoría de contextos, hay palabras o combinaciones de palabras que simplemente, lo hacen aparecer. Es decir, hay detonantes del subjuntivo y si aprendemos cuáles son esos detonantes lo usaremos automáticamente. Eso lo hace mucho más fácil de aprender que los tiempos de pasado o ser y estar, donde es necesario una comprensión más profunda de su significado.
Uno de los escenarios más frecuentes donde podemos necesitar el subjuntivo es cuando tenemos un verbo seguido del nexo “que”. La elección del modo subjuntivo o indicativo va a depender del significado del verbo principal y también de si es una oración negativa, afirmativa o interrogativa.
Oraciones negativas (no + verbo + que)
Vamos a ver primero, qué pasa si es una oración negativa. Pues es muy fácil, con cualquier tipo de verbo, cuando es una negación, usamos el subjuntivo.
“No creo que me necesites”.
“No me gusta que vayas solo”.
“No pensaba que el museo fuera tan grande”.
“No te pido que vayas a toda velocidad, pero ve un poco más rápido”.
“¡Nunca imaginé que fueras tan fuerte!”
Oraciones no negativas. La importancia del significado del verbo principal.
¿Y qué pasa cuando no es una oración negativa? Pues aquí tenemos que prestar mucha atención al significado del verbo principal. Vamos a ver tres tipos de verbos según su significado que son esenciales para saber qué modo usar:
Verbos de comunicación Decir, contar, escribir, explicar… Son aquellos verbos que expresan la acción de COMUNICAR o TRANSMITIR una información.
Verbos de percepción Ver, escuchar, sentir, notar, oír, enterarse… Son aquellos verbos que expresan la acción de RECIBIR INFORMACIÓN o SENSACIONES a través de los sentidos.
Verbos de actividad mental Pensar, soñar, creer, suponer, saber… Son aquellos verbos que expresan la acción de CREAR y PROCESAR ideas y pensamientos.
Con estos verbos usamos el INDICATIVO cuando es una AFIRMACIÓN o una PREGUNTA (que también puede ser negativa).
Ejemplos:
“Alberto me dijo que tienes un nuevo trabajo”.
“Me acabo de dar cuenta de que es muy tarde, tengo que irme”.
“He oído que te vas de vacaciones a Roma, ¡qué bien!”
“¿Crees que algún día volveremos a estar juntos?”
“¿No sabías que Paula está saliendo con Pedro?”
Usamos subjuntivo con el resto de verbos
Con el resto de verbos, es decir, los que no son ni de comunicación, ni de percepción, ni de actividad mental, usamos el SUBJUNTIVO en cualquier caso (afirmación, negación o pregunta):
Verbos de voluntad Querer, desear, necesitar, esperar, conseguir…
Verbos de emoción Gustar, odiar, dar miedo, lamentar…
Verbos de influencia Pedir, prohibir, permitir, recomendar…
Verbos que expresan duda y negación Dudar, cuestionar, negar…
Ejemplos:
“Necesito que vayas a la farmacia”.
“Te sugiero que tengas cuidado”.
“Lamento que no puedas asistir”.
“¿Te prohíben que lleves corbata?”
“Dudo que hoy haga calor”.
“¿No tienes miedo de que haya osos?”
“No me gusta que vayas solo”.
Verbos con doble significado
Algunos verbos tienen 2 significados, uno de ellos pertenece a la primera categoría (comunicación, percepción o actividad mental) y el otro, no. Por ejemplo, ‘sentir’ puede ser un verbo de percepción:
Siento que hace mucho frío, no? (Noto/percibo que hace frío).
Pero también, ‘sentir’ puede ser un verbo de emoción cuando significa ‘lamentar’:
Siento que haga tanto frío, es que no funciona la calefacción. (Lamento que haga tanto frío).
Por tanto, debemos elegir subjuntivo o indicativo dependiendo del significado que estemos aplicando a ese verbo.